Salvador Díaz Mirón

índice

A un pescador

Deseos

La oración de un preso

Ojos verdes

 

A UN PESCADOR

En buen esquife tu afán madruga,
el firmamento luce arrebol;
grata la linfa no tiene arruga;
la blanca vela roba en su fuga
visos dorados al nuevo sol.
Pero prorrumpes en canturía
que inculta y tosca mueve a llorar;
oigo la ingenua melancolía
del que inseguro del pan del día
surca y arrostra pérfido mar!
Tímida y mustia por los recelos
tu mujercita dirá: _Señor,
une las aguas, limpia los cielos;
cuida y conduce, por los chicuelos,
la navecilla del pescador!

 

ir al índice

 

DESEOS

Yo quisiera salvar esa distancia
ese abismo fatal que nos divide,
y embriagarme de amor con la fragancia
mística y pura que tu ser despide.
Yo quisiera ser uno de los lazos
con que decoras tus radiantes sienes;
yo quisiera en el cielo de tus brazos
beber la gloria que en los labios tienes.
Yo quisiera ser agua y que en mis olas,
que en mis olas vinieras a bañarte,
para poder, como lo sueño a solas,
a un mismo tiempo por doquier besarte!
Yo quisiera ser lino y en tu lecho,
allá en la sombra, con ardor cubrirte,
temblar con los temblores de tu pecho
y morir de placer al comprimirte!
Oh, yo quisiera mucho mas! Quisiera
llevarte en mi como la nube al fuego,
mas no como la nube en su carrera
para estallar y separarse luego!
Yo quisiera en mi mismo confundirte,
confundirte en mi mismo y entrañarte;
yo quisiera en perfume convertirte,
convertirte en perfume y aspirarte!
Aspirarte en un soplo como esencia,
y unir a mis latidos tus latidos,
y unir a mi existencia tu existencia,
y unir a mis sentidos tus sentidos!

ir al índice

LA ORACION DEL PRESO
Cárcel de Veracruz. Septiembre de 1895

 Señor, tenme piedad, aunque a ti clame
¡sin fe! perdona que te niegue o riña
y el ara tienda con bochorno infame!
Vuelvo al antiguo altar. No en vano ciña
guirnaldas a un león y desparrame
riego que pueda prosperar tu viña!

brame por merced, como te plugo
a Bautista y Apóstol en Judea,
ya que no me suicido ni me fugo!
Inclínate al cautivo que flaquea;
y salvo, como Juan por el verdugo,
o como Pedro por el ángel sea!

Habito un orco infecto; y en el manto
resulto cebo a chinche y pulga y piojo;
y afuera el odio calumnia en tanto!
¿Qué mal obré para tamaño enojo?
El honor del poeta es nimbo santo
y la sangre de un vil es fango rojo!

Mi pobre padre cultivó el desierto.
Era un hombre de bien, un sabio artista,
y de vergüenza y de pesar ha muerto!
¡Oh mis querubes! - Con turbada vista
columbro ahora el celestial e incierto
grupo que aguarda, y a quien todo artista!

Y oigo un sordo piar de nido en rama,
un bullir de polluelos ante azores;
y el soplado tizón encumbra llama!
Dios de Israel, acude a mis amores:
y rían a manera de la grama,
que hasta batida por los pies da flores!

 

PULSA AQUÍ PARA LEER POEMAS SOBRE PRESOS

ir al índice

OJOS VERDES

Ojos que nunca me veis,
por recelo o por decoro,
ojos de esmeralda y oro,
fuerza es que me contempléis;
quiero que me consoléis
hermosos ojos que adoro;
estoy triste y os imploro
puesta en tierra la rodilla!
Piedad para el que se humilla,
ojos de esmeralda y oro!
Ojos en que reverbera
la estrella crepuscular,
ojos verdes como el mar,
como el mar por la ribera,
ojos de lumbre hechicera
que ignoráis lo que es llorar,
glorificad mi penar!
No me desoléis así!
Tened compasión de mí!
Ojos verdes como el mar!
Ojos cuyo amor anhelo
porque alegra cuanto alcanza,
ojos color de esperanza,
con lejanías de cielo:
ojos que a través del velo
radian bienaventuranza,
mi alma a vosotros se lanza
en alas de la embriaguez,
miradme una solo vez,
ojos color de esperanza.
Cese ya vuestro desvío,
ojos que me dais congojas;
ojos con aspecto de hojas
empapadas de rocío.
Húmedo esplendor de río
que por esquivo me enojas.
Luz que la del sol sonrojas
y cuyos toques son besos,
derrámate en mí por esos
ojos con aspecto de hojas.

PULSA AQUÍ PARA LEER POEMAS DEDICADOS A LOS OJOS FEMENINOS

ir al índice

 

IR AL ÍNDICE GENERAL