José Luis Cano

índice

Al mar, solo

Desnudo

Noticia del beso

Viernes de las delicias

 

Al mar, solo

Si tu amor busco a solas, entregado
a un éxtasis errante y sin conciencia,
no sé qué resplandor de adolescencia
unge mi piel, ya siempre a tu cuidado.

Mi boca acerco a tu rumor nevado,
purísimo sabor de tu presencia,
espuma dulce para mi dolencia
de soledad, al sol de tu costado.

No sé a qué paraíso de indolentes
me llevas o nos llevan así unidos,
tu desnudo y mi sombra a la deriva.

Sólo sé que tus labios transparentes
hoy se entreabren dulces y vencidos
al paso de mi sangre fugitiva.

 

PULSA AQUÍ PARA LEER POEMAS DEDICADOS AL MAR 

ir al índice

Desnudo
Lame, arena, su cuello, y ciñe fría
su adormecido seno en ti yacente,
que luego iré a besar esa serpiente
de tu lengua, que el viento desvaría.
Hiere mansa esa flor de la bahía
que asume su mejilla húmedamente,
y ciega esa callada boca ardiente
que no quiere besar la boca mía.
Roza luego su vientre, y la dorada
piel besa de su cálida cintura,
y allí en su centro queda enamorada.
Que ya te templará la calentura
otra flor de mi huerto bien rociada,
si tu lengua se quema en su espesura.

 

ir al índice

Noticia del beso
Nace el beso en la sangre y su fuego madura
como el fruto de un árbol a la luz de la tarde.
Ebrias alas secretas van naciendo a su paso
y dorando los labios que esperan entreabiertos.
Gime la flor del beso antes de abrir su rosa,
y sus pétalos arden melancólicamente
mientras sube un rumor por la delgada sangre
y se detiene al borde de la boca hechizada.
Ya los ojos no ven. Mientras escapa el mundo
sólo el fruto del beso hunde su quemadura
en el dorado éxtasis, y el nácar de unos labios
dulcemente crepita en su abrasada llama.
Un brillo nuevo nace de la boca entreabierta,
mientras redonda estalla la granada del beso,
y el dulce labio herido, ardiente ola ceñida,
su lentísima espuma destila prisionero.
No tiene edad el beso, pero su fruto muere
cuando su llama de oro se deshace en los labios,
cuando despierta el párpado de su ebriedad callada
y el corazón se oculta para sorber su dicha.
Mas no muere su luz, su ardentísimo pozo
puro como la nieve, hondo como el silencio.
No muere lo que llega al fondo de la sangre
donde el beso dejó un reguero de cielo.

PULSA AQUÍ PARA LEER POEMAS SOBRE BESOS

ir al índice

Viernes de las delicias
C
uando salgo a la luz de este viernes dorado
estrena la mañana sus pájaros primeros.
Es un viernes de barrio, humilde pero hermoso,
viernes de Las Delicias, viernes arrabalero.
Da gusto ver su piel, fresca como la aurora,
herida tiernamente por la luz del otoño,
esta luz increíble que mi corazón bebe
sorbiendo la mañana como una fruta de oro.
Es una luz tan tierna, tan acariciadora,
que a las cosas propaga una humana ternura,
y da alegría al árbol, al viajero que llega,
al perro en libertad ávido de aventuras.
Y el dulce viejecillo que vende caramelos,
el obrero que pasa, la chiquilla que ríe,
la sal para el pescado derramada en la acera,
brillan con alegría bajo esta luz del viernes.
Van las alas del viernes dorando la mañana
y tornándola pura como una melodía,
mientras yo voy alegre escuchando sus sones,
su concierto de pájaros y cristalinas brisas.

Mientras yo voy alegre, porque el corazón sabe
que atrás queda, soñando, la materia que ama,
la materia de un alma que beso cada noche
en los labios que ahora soñarán con el alba.

ir al índice

 

IR AL ÍNDICE GENERAL