El amante que cae en manos del marido
Et
por ventura, en dubdando, acaescerme hía
lo que dicen que acaesció a un homne que amaba u PULSA AQUÍ PARA LEER RELATOS DE INFIDELIDADES AMOROSAS |
El can engañado por el reflejo
agua
Et sería en esto atal como un del can que dicen que iba por un río e llevaba una pieza de carne en la boca, e vido la sombra que facía. Et por abarzar la sombra abrió la boca e cayósele la que llevaba, e llevógela el agua e non falló cosa ninguna. PULSA AQUÍ PARA LEER LA VERSIÓN DEL ARCIPRESTE DE HITA DE ESTA FÁBULA |
Dijo Calila: "Dicen que un religioso hubo de un rey unos paños muy nobles, et violos un ladrón et hubo envidia dellos, et guisó arte como gelos furtase; et entró al religioso, et díjole: "Quiérote facer compañía e aprender de ti". Et el religioso otorgógelo, et fizo vida con él, e servióle bien atanto que se aseguró el religioso en él e fió dél, e puso su facienda en su mano. E el ladrón cató hora que el religioso fuese desviado, et tomó los paños, et fuese con ellos. Et cuando el religioso falló los paños menos, luego supo que aquél gelos furtara, et fuese en busca dél.
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La vulp
Et yendo para una cibdat a que decían Mayat, falló en el camino dos cabrones monteses peleando et empujándose con los cuernos, et salióles mucha sangre, et vino una gulpeja et comenzó de lamer aquella sangre entre ellos, et estando ella lamiendo la sangre, cogiéronla amos los cabrones en medio e matáronla; et esto a ojo del religioso.
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Desí fuese para la cibdat a buscar al home, et posó con una muger mala, alcahueta; et la muger había una manceba que se había enamorado de un home, et non quería a otro ninguno, et en esto facía daño a su ama, porque perdía la soldada que le daba, por aquel home; e trabajóse de matarlo aquella noche que hospedaba al religioso, et dio a beber a la manceba e al home tanto de vino puro, fasta que se embeodaron et se dormieron. Entonce tomó ella vegambre que había puesto en una caña por lo echar al home por las narices, e puso la boca en la cana por soplar. Et por facer ella esto, dio un estornudo ante que huyase soplar, et cayó a ella la vegambre en la garganta, e cayó muerta; et todo esto a ojo del religioso.
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El carpintero, el barbero y sus mujeres Desí amaneció, et fuese el religioso a buscar el ladrón a otro lugar, et hospedóle un home bueno carpentero, et dijo a su muger: "Honra a este home bueno, et piensa bien dél, ca me llamaron unos mis amigos a beber, et non me tornaré si non bien tarde". "Et esta muger había un amigo, et era alcahueta entre ellos una muger de un su vecino; et mandóle que fuese a su amigo et que le feciese saber que su marido era convidado, e que non tornaría si non beudo e a grant noche. Et vino el amigo et asentóse a la puerta atendiendo mandado. Et en esto vino el carpintero su marido della, de aquel lugar do fuera, e vio el amigo de su muger a la puerta, et habíalo ante sospechado. Et ensañóse contra su muger, e entró a ella e firióla muy mal, e atóla a un pilar del palacio. Pues quél fue adormido e dormieron todos, tornó a ella la muger del alhageme, e díjole: "Mucho he estado a la puerta. ¿Qué me mandas?" Dijo la muger del carpintero. "Tú ves cómo estoy, e si tú quisieres, facer me has bien, e desatar me has, e atarté yo en mi lugar un poco. Et ir me he para él, e tornarme he luego para ti". "E fízolo así la muger del alhageme, e desatóla, e atóse a sí mesma en su lugar. E despertó el carpentero ante que tornase su muger e llamóla muchas veces por su nombre e la muger del alhageme non le respondió por miedo que non conosciese su voz. Desí llamóla muchas veces, e non le respondió. Et ensañóse e levantóse con un cuchillo en la mano, e cortóle las narices, e díjole: "Toma tus narices e preséntalas a tu amigo". Et pues que fue tornada la muger del carpentero, e vio a su compañera de aquella guisa, desatóla e atóse en su lugar. Et tomó la muger del alhageme sus narices e fuese, veyendo esto el religioso. "Et pensó la muger del carpintero de aquello en que era caída, e de que era sospechada, e alzó su voz, e dijo: "¡Ay Dios, Señor; ya vees mi flaqueza, et mi poco poder, et cuanto mal me ha fecho mi marido a tuerto, seyendo yo sin culpa. A ti ruego e pido por merced que si yo só sin culpa, e salva de lo que me apone mi marido, que tú tornes mis narices sanas así como ante eran, e demuestra y tu miraglo". Desí llamó a su marido e dijo: "Levántate, traidor, falso, e verás el miraglo de Dios en tornarme mis narices sanas así como ante eran". Et el marido dubdó, e díjole: "¿Qué esto que dices, fechicera mala?" E levantose e encendió lumbre, e fuela a ver. Et cuando le vio sus narices sanas, pidiole perdón, e repentiose, e escusosele de su pecado.
"Et pues que llegó la muger del alhageme a su casa, pensó en arte por do
saliese de aquello en que era caída. Et cuando era cerca del día pensando
e diciendo en su corazón: "¿Cómo
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Dijo
Dimna: "Dicen que un león estaba en una tierra viciosa, do había muchas
bestias salvajes, e agua, e pasto. Et las bestias que estaban en esa
tierra estaban muy viciosas fueras por el miedo que habían del león. Et
ayuntáronse todas las bestias, e tomaron consejo. Et viniéronse para el
león, e
"Et acaesció un día a una liebre que la levasen al león. Et queriendo la levar, dijo a las otras: "Si me quisiéredes escuchar, decir vos he cosa que vos non sería daño e vos será pro. Cuidar vos hía sacar desta premia deste león e estorcería yo de muerte". Et dijéronle: "¿Qué es lo que quieres que fagamos?" Dijo la liebre: "Mandad a quien me levare para él, que me lleve muy paso e que non me lieve apriesa, e que tarde tanto fasta que pase la hora del comer del león". Et ficiéronlo así. Et cuando fueron cerca del león fue la liebre señera muy paso, et el león estaba sollón e muy sañudo; e levantóse e comenzó de andar e de catar a diestro e a siniestro, fasta que vido la liebre venir. Et díjole:¿Dónde venís e do son las bestias, et por qué me mintieron el pleito que habían comigo puesto?" "Et dijo la liebre: "Non mande Dios, señor; yo só mandadero de las bestias para vos, et traía vos una liebre que vos enviaban que yantásedes. Et ya que venía cerca falló me un león e tomómela, et dijo: "Mayor derecho he yo de comer esta liebre que el otro a quien la levades". Et díjele yo: "Mal facedes, que este conducho es del león, que es rey de las bestias, que gelo envían para yantar; pues consejo vos que non me lo tomedes nin fagades ensañar al león; si non habredes ende mal". Et él non lo dejó de tomar por eso, e denostó vos cuanto pudo, e dijo que quería lidiar convusco, maguer sodes rey. Et cuando yo vi esto, vine para vos cuanto pude por vos lo querellar". Et el león cuando lo oyó asañóse, e dijo a la liebre: "Ve comigo e muéstrame ese león que dices". "Et la liebre fuese a un pozo en que había muy clara agua et era muy fondo que podría bien cobrir al león. Et díjole: "Este es el lugar que vos dije, mas tomadme so vuestro sobaco, e mostrar vos lo he". E fízolo así. Et él cató al fondo del pozo, e vio su sombra e la de la liebre en el agua. Et puso la liebre en tierra e saltó en el pozo por lidiar con el león, non dubdando quél era el león, e afogóse en el pozo. Et tornóse la liebre, e estorcieron las bestias del miedo en que eran, e fincaron seguras por siempre". |
De lo que pasó al camello con el león y sus compañeros
Dijo
Senceba: "Dicen que un león, estaba en un
valle, cerca del camino, et había tres vasallos: el lobo, e el abnue, e el
cuervo. Et pasaron por y un Et tornóse el león su sangre corriendo e rastrando, fasta que llegó a su lugar, e cayó como muerto, que se non podía mover para cazar para él et para sus vasallos. Et ellos hobieron fambre; et entendiolos el león et díjoles: "Mucho, sodes lazdrados, e menester habedes de comer". Dijeron ellos: "Non habemos cuidado de nos, veyéndote desta guisa estar, e querríamos nos buscar alguna cosa que te toviese pro, aunque nos hobiésemos un poco de lacerio". Díjoles el león: "Non he dubda en vuestra lealtad, e en vuestro amor, e en vuestro buen consejo, e buen galardón hayades ende. Derramadvos aquí en derredor, e por ventura fallaredes alguna cosa, e venir melo hedes decir, e quizá haberé algo para mí e para vos". "E salieron ende e apartáronse y cerca, e aconsejáronse entre sí, e dijeron: "¿Qué pro habemos deste camello que come yerba, e que non es de nuestro talle, nin de nuestra natura, nin de nuestro seso? ¿Por qué non afeitamos al rey que lo coma, et pongamos gelo en rahez?" Dijo el lobo: "Non hay guisa por que se esto diga, por la seguridat e pleito homenaje que le fizo el león". Dijo el cuervo: "Sed vos aquí, e dejadme con el león". Et fuese e entró al león. Cuando lo vio el león díjole: "¿Qué has? ¿Sentistes algo?" Dijo el cuervo: "Non falla si non quien busca, nin ve si non quien ha ojos, nin piensa si non quien ha entendimiento; e nos perdido habemos esto con la fambre que habíamos, e la cuita que éramos. Mas habemos pensado una cosa, que si tu atorgares connusco, habremos algunt vito tú e nos". Dijo el león: "¿E qué es?" Dijo: "Comamos este camello que anda entre nos delicioso sin pro, que nin es de nuestra natura nin de nuestro talle". E ensañóse el león et dijo: "¡Confóndate Dios, cómo eres de mal seso, e qué poca piadad has, e qué alongado eres de lealtad! Et tú non debes parar ante mí con tal dicho. ¿Non sabes tú que yo he atreguado al camello, e que le he afiado, e que non ha ninguno que faga algún limosna de alguna cosa, maguer muy grande sea, que mayor gualardón haya que dejar a vida algunt alma medrosa, et reposar la sangre que era de verter? Et yo atregüé al camello, e non faré traición nin aleve". Dijo el cuervo: "Verdat es, señor; mas con un alma se redime una casa, et con una casa se redime un linaje, et con un linaje se redime una cibdat, et con una cibdat se redime un rey. Et vemos que estás en grant cuita, que eres rey, e yo te daré carrera como salgas del pleito e homenaje que feciste al camello sin rebto alguno; que yo faré al camello que te ruegue que lo comas por sí, e tú saldrás por muy leal, e haberás lo que quisieres tú et nos". "Et el león calló, e el cuervo tornó para sus compañeros, e dijéronle: "¿Qué feciste?" E él díjoles lo que al león dijera, e qué respuesta le diera, e preguntóles cómo e en cuál guisa lo faría, que el león non entraría en la traición, nin la mandaría facer. Dijéronle: "Por tu artería cuidamos vevir". Dijo: "Tengo por bien que nos ayuntemos nos et el camello, e fablemos de su estado del león, e de cómo está lazrado e cuidado, por mostrar que nos dolemos dél, et que habemos cobdicia de le facer alguna pro, por tal que non nos tenga por mal et por desconocimiento; et lleguemos nos a él, et gradescamos le su bien facer, et aun que lo habemos por muy bueno, e como vevimos en su sombra, e de como ha de menester que gelo agradescamos e que le seamos leales; e que si le pudiésemos traer alguna pro que non fincaría por nos, nin gelo callaríamos; e que si gelo non pudiéremos facer, que le ofrezcamos nuestras almas, et que nos le mostremos delante, e digan cada uno de nos: coma a mí el rey, e non muera de fambre. E cada que lo dijere alguno de nos, recúdale el otro con alguna razón tal, que sea escusación por que estuerza, et en esto faremos nuestro derecho". "Et ficieron lo así, e el camello otorgó con ellos. Et viniéronse para el león, e ayuntáronse antél; e comenzó el cuervo a fablar, e dijo: "Señor, tú eres lazrado e enflaquecido, e has menester algunt cobro por que te mantengamos. Et nos debemos te mantener con nos mismos, e ofrecernos te por el bien e por la merced que nos feciste, ca por ti vevimos nos, e por ti esperamos que vivan los que fincaren de nos, et los que vinieren de nos. Et si tú murieres a ninguno de nos non le ha pro después de ti en vevir. Et yo ofrézcote mi cuerpo, e cómeme e non mueras de fambre". Recudieron el lobo e el abnue, e dijeron: "Calla, non te ha pro en te desamparar a muerte, e non habiendo el rey en ti fartura". Dijo el lobo: "Mas coma a mí, e fartar se ha, e abondar le ha mi carne". Dijeron el cuervo e el abnue: "Calla, astroso; ¿non oíste decir que el que se quiere matar que coma carne de lobo, e le tomará postema a la garganta, e morrá luego?" Dijo el abnue: "Mas coma a mí, e será mejor que a ti". Et dijeron el lobo e el cuervo: "¿E cómo combrá a tí? Ca tú sabes que hueles muy mal, e has el vientre lijoso". Et en esto cuidó el camello mezquino que cuando él dijese como dijeron los otros, que lo escusarían por que estorciese como ellos, e que sería pagado el león como se pagó dellos otros, et dijo: "En mí has fartura cuanto quieras, ca mi carne es muy buena e alba e sana, e el mi vientre es muy limpio, e non ha en mí tacha ninguna". Et ellos todos dijeron: "Verdat dejiste, e feciste lealtad contra el león, e Dios te dé buen galardón por ello, ca fecho has lo que debías". E saltaron en él todos, e matáronlo e comiéronlo. |
El médico ignorante que envenenó a la hija del rey
Dijo
Dimna:
"Dicen que en una cibdat había un físico que era bien andante e de
buen donario en su melecinamiento e morióse, e estudiaron en sus libros
algunos por aprender, et vino ende un home que se enfingió que era un buen
físico e non era tal. Et el rey desa tierra había una fija que amaba
mucho, e hubo de adolecer, et el rey |
El religioso que vertió la miel y manteca sobre su cabeza
Dijo la muger:
"Dicen que un religioso había cada
día limosna de casa de un
Et tú, homne bueno, non quieras fablar nin asmar lo que non sabes que será". PULSA EN CADA AUTOR PARA LEER SUS VERSIONES DE ESTE CUENTO: |
Dijo el religioso: "Dicen que un cuervo vio andar una perdiz, e pagóse mucho de su andamiento, et hubo esperanza de lo aprender, e non pudo; e cuando se fue, que non pudo aprender, quiso tornar a su andar que era de primero e non pudo, que se le había olvidado. "Et así con gran derecho te podrá acaecer otro tal por querer aprender lo que non es para ti; que dicen que loco es el que se entremete, de facer lo que non le está bien, e mudarse de la medida a otra que non le está bien; que a las veces acaece mucho mal a los homes en mudarse de la medida alta a la baja et así se derraman sus cosas et sus estados".
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