Luis Quiñones de Benavente

índice 

El borracho

Entremés de lo que pasa en una venta

El doctor Juan Rana

El borracho

Entremés famoso

PERSONAJES
 

UN SOLDADO, pícaro.

UNA DAMA,  hija del vejete.

UN GALÁN.

UN VEJETE.

UNA CRIADA.

UN SOLDADO

GALÁN

    Espantajo de pájaros noveles,

 

por quien se dijo el de los arambeles;

 

molino de papel, cola de zorra,

 

harapo, muladar de capa y gorra,

 

dominguillo de toros, que en la plaza

5

se compuso de un palo y de una maza;

 

barredero de horno,

 

más pícaro que noches de bochorno;

 

¿tú a enamorar te atreves mi barbera

 

con un vestido que, hecho salvadera,

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parece hijo segundo

 

que se ha ido a romper por ese mundo?

 

 

 

SOLDADO

Beso a vuested los pies angostilargos

 

por los honrosos títulos y cargos

 

que le he dado a mi adorno,

 

y tome esa miseria de retorno.

 

Mancebito de humo, como manto,

 

pues delante de mí te aclaras tanto,

 

figurica de seda con su paja,

 

galán pintado en tapador de caja,

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barbita de guijarro de Torote,

 

que con pinzas te alzan el bigote;

 

cascos más moscateles

 

que por Julio y Agosto los pasteles:

 

el que no tiene barba ni la espera,

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¿para qué necesita de barbera?

 

 

 

 

GALÁN

Mete mano, o por vida...

 

 (Métesela en el seno.)

 

 

SOLDADO

Ya la tengo metida.

 

 

 

 

GALÁN

Desnuda aquesa espada.

 

 

 

SOLDADO

A las doncellas

 

no las desnuda nadie, sino ellas.

 

 

 

 

GALÁN

Desabrígala, digo.

 

 

 

 

SOLDADO

¿Qué más desabrigada que conmigo?

 

 

 

 

GALÁN

La hija de este viejo, este barbero,

 

es la que quiero yo.

 

 

 

 

SOLDADO

Y la que yo quiero.

 

 

 

 

 

GALÁN

Matarete.

 

 

 

SOLDADO

Con menos baraúnda,

 

que la que quiero yo es hija segunda.

 

 

 

 

GALÁN

¿Qué segunda, si más de una no tiene?

 

 

 

 

SOLDADO

¡Oh!, ¡qué bozal que viene!

 

¿A quién quiere?

 

 

 

 

GALÁN

A su hija, que es mi diosa.

 

 

 

 

SOLDADO

Yo a su bolsa, que es mucho más hermosa.

 

 

 

 

GALÁN

Es como un ángel ésta que yo adoro.

 

 

 

 

SOLDADO

¡Vive Dios, que es estotra como un oro!

 

 

 

 

GALÁN

Ésta no habla con persona alguna.

 

 

 

 

SOLDADO

Estotra triste, no ve ni sol ni luna.

 

 

 

 

GALÁN

Encerrada la deja mi enemigo,

 

 

 

 

SOLDADO

Pues a estotra la trae siempre consigo.

 

 

 

 

GALÁN

Yo imagino sacalla.

 

 

 

 

 

SOLDADO

Yo, queriéndola bien, pienso arañalla.

 

 

 

 

 

GALÁN

¿De qué manera?

 

 

 

 

SOLDADO

Venga, y no se aflija;

 

que el viejo perderá la bolsa y la hija.

 

 

 

 

 

GALÁN

Vamos: ¡ay, doña Inés!; nada te asombre.

 

 

 

 

 

SOLDADO

¡Ay, D.ª Orosia!, ¡quién te hurtara el nombre!

 

 

 

 

 

 (Vanse. Sale el VEJETE y su HIJA.)

 

VEJETE

Hija mía, las doncellas,

 

quebrada la pierna, en casa.

 

 

 

 

 

HIJA

Eso es lo que yo no haré,

 

aunque me quiebren entrambas.

 

 

 

 

 

VEJETE

Echaréos mi maldición.

 

 

 

 

 

HIJA

Soltaréla yo.

 

 

 

 

VEJETE

Picaña,

 

no os lograréis.

 

 

 

 

 

HIJA

Si no salgo,

 

¿qué diablos más mal lograda?

 

 

 

 

 

VEJETE

Es un caballo sin rienda

 

la mocedad.

 

 

 

 

 

HIJA

Y las canas

 

una rienda sin caballo.

 

 

 

 

 

VEJETE

No habéis de estar más en casa.

 

 

 

 

 

HIJA

Sobre eso es el pleito.

 

 

 

 

VEJETE

Raída,

 

esperad.

 

 

 

 

 

(Vala a dar y ella huye.)

 

HIJA

¡Miren qué natas

 

me daba para esperar!

 

 

 

 

 

VEJETE

La paciencia se me acaba.

 

 

 

 

 

HIJA

 (Aparte.) 

Guardárala, pues en vida

 

de mi madre tuvo tanta.

 

 

 

 

 

VEJETE

¿Qué decís de mi paciencia?

 

 

 

 

 

HIJA

Señor, que quien guarda, halla,

 

 

 

 

 

VEJETE

¡Vive Cristo!

 

 

 

 

HIJA

¡Ay, que confiesa

 

mi padre!

 

 

 

 

 

VEJETE

¿Yo, descarada?

 

 

 

 

 

HIJA

¿No dice que vive Cristo,

 

y ahora un año lo negaba?

 

 

 

 

 

VEJETE

Calla, que me desbaptizas.

 

 

 

 

 

HIJA

¿Yo, señor?; vusted lo estaba;

 

no me eche la culpa a mí.

 

 

 

 

 

(Salen el GALÁN y el SOLDADO, haciendo muchas cortasías.)

 

GALÁN

Paz sea en aquesta casa.

 

 

 

 

 

SOLDADO

¿Qué es paz? Y todas las paces

 

que hay desde la paz de Francia

 

a la calle de la Paz,

 

aunque cuando está mojada

 

no tiene paz con sus huesos,

 

cuanto y más con los que pasan.

 

 

 

 

 

VEJETE

Pacíficos caballeros,

 

¿qué quieren?

 

 

 

 

 

SOLDADO

Mi camarada

 

viene a esperarme, y yo quiero

 

deshacerme desta barba,

 

que no necesito della.

 

 

 

 

 

VEJETE

Daca recaudo, muchacha.

 

(Vase la HIJA.)

 

Señor, ¿quién es este hidalgo?

 

 

 

 

 

GALÁN

Don Terlimín de la Casca,

 

tan liberal, que no es mucho,

 

cuando la barba le haga,

 

que le dé un doblón, y dos,

 

mientras que se la repasa.

 

 

 

 

 

VEJETE

¡Tararira!; ¡con qué pie

 

he salido esta mañana!

 

 

 

 

 

(Sale la HIJA con el recaudo de la barba.)

 

HIJA

Aquí está todo el recaudo.

 

 

 

 

 

VEJETE

¡Hija mía de mi alma!

 

De ventura somos.

 

 

 

 

 

HIJA

¿Cómo?

 

 

 

 

 

VEJETE

Daca los paños y calla;

 

que esta barba ha de valerme

 

más de docientos en plata.

 

 

 

 

 

HIJA

Y ¿quién se los da?

 

 

 

 

VEJETE

El señor

 

don Terlimín de la Casca.

 

 

 

 

 

(Apártase el GALÁN a hablar con la HIJA y el VEJETE pone los paños para hacerle la barba al SOLDADO. Siéntase, y el VEJETE le echa agua en la bacía.)

 

GALÁN

Disimula, amiga Inés;

 

que todo esto ha sido traza

 

para verte y para hablarte.

 

 

 

 

 

SOLDADO

¿Qué ha echado, maestro?

 

 

 

 

VEJETE

Agua.

 

 

 

 

 

SOLDADO

¿Al enemigo me entrega?

 

 (Levántase y patalea.) 

 

¡Traidor! ¡Aquí, que me matan!

 

 

 

 

 

GALÁN

¿Qué es esto?

 

 

 

 

HIJA

Padre, ¿qué ha hecho?

 

 

 

 

 

VEJETE

¿Qué se yo?

 

 

 

 

SOLDADO

¡No es casi nada!

 

Agua me ha echado.

 

 

 

 

 

VEJETE

Es de rosa.

 

 

 

 

 

SOLDADO

A la botica a gastalla;

 

envíe vusted por vino,

 

que todo entrará en la paga.

 

 

 

 

 

VEJETE

¡Manuelica!

 

 

 

 

CRIADA

¡Señor mío!

 

 

 

 

 

VEJETE

Trae vino, y ven en volandas.

 

 

 

 

 

SOLDADO

Mientras que viene el vinillo,

 

¿hay en casa una guitarra?

 

 

 

 

 

VEJETE

¿Qué barbero está sin ella?

 

 

 

 

 

(Danle una guitarra, siéntase con los paños puestos, y canta.)

 

SOLDADO

Pues venga, y vaya de jácara.

 

 

 

 

 

VEJETE

¿Han visto qué alegres son

 

los Terlimines de Italia?

 

 

 

 

 

SOLDADO

 (Canta.) 

En el riñón de la corte,

 

que no en el hígado o bazo,

 

a la boca de un tintillo

 

que los ojos pone en blanco,

 

estaba la bien guardada

 

vinosamente llorando,

 

soga a soga, que hilo a hilo

 

fuera muy jarifo llanto.

 

Con la hermana entretenida,

 

a su padre estaba dando

 

quien una dorada ninfa

 

ha de sacar de un encanto

 

con cinco soldados como

 

los dedicos de la mano,

 

a ti te lo digo, hijuela;

 

entiéndelo tú, morlaco.

 

Gatos hay que sin favor

 

alcanzan con un araño

 

de la más honda despensa

 

el más costoso bocado.

 

Gozques hay que a perros viejos,

 

aunque estén más en el caso,

 

les hacen soltar la presa,

 

y ellos se quedan aullando;

 

a ti te lo digo, hijuela;

 

entiéndelo tú, morlaco.

 

 

 

 

 

(Sale la CRIADA con un jarro de vino.)

 

VEJETE

Señores, yo me estuviera

 

oyendo cantar un año.

 

 

 

 

 

CRIADA

El vino.

 

 

 

 

SOLDADO

La voz del ángel.

 

 

 

 

 

CRIADA

Pues a fe que es de lo caro.

 

 

 

 

 

 

 (Vase.) 

SOLDADO

Eche, que mientras trabaja

 

le quiero contar un caso

 

que me sucedió en un cerco.

 

 (Echa vino en la bacía.) 

 

 

 

 

 

VEJETE

¡Oh!; cómome yo las manos

 

por un cuento... Oiga, galán;

 

(Está hablando el GALÁN con la HIJA.)

 

eche por esotro lado

 

aunque rodee un poquito,

 

que hay por ahí malos pasos.

 

 

 

 

 

(Mientras va a apartallos se bebe el SOLDADO el vino.)

 

 

GALÁN

Perdone vusted.

 

 

 

 

VEJETE

¿Y el vino?

 

 

 

 

 

SOLDADO

¿Soy yo su padre o su hermano,

 

que me pregunta por él?

 

Eche vusted otro trago,

 

que todo entrará en la paga.

 

 

 

 

 

VEJETE

 (Aparte.) 

(Algo vio, y vertiólo de asco.)

 

(Échale más vino y ve que el GALÁN le toma la mano a la HIJA.)

 

Echémosle otro más limpio.

 

¿Qué es eso?

 

 

 

 

 

GALÁN

Estoyla mirando

 

la rayas.

 

 

 

 

 

VEJETE

Pues no las mire.

 

 

 

 

 

HIJA

Sí, señor, que es matemático.

 

 

 

 

 

VEJETE

Más temático soy yo.

 

Apartaos.

 

 

 

 

 

GALÁN

Y en una hallo

 

que tiene peligro en agua.

 

 

 

 

 

(Mientras va a apartallos bébese el vino el SOLDADO.)

 

 

SOLDADO

Haga ella lo que yo hago,

 

y ríase de señales.

 

 

 

 

 

(Vuelve a afeitarle.)

 

VEJETE

Vusted perdone el espacio.

 

Y ahora, ¿qué se hizo el vino?

 

 

 

 

 

SOLDADO

Debe de estar horacado

 

el suelo de la bacía.

 

 

 

 

 

VEJETE

¿Qué bacía ni qué horaco?

 

 (Mira la bacía.) 

 

 

 

 

 

SOLDADO

Todo ha de entrar en la paga:

 

vuelque vuesasted el jarro.

 

 

 

 

 

VEJETE

Vuélcole, y mientras le afeito,

 

el cuento vaya.

 

 

 

 

 

(Echa todo el vino.)

 

SOLDADO

De grado.

 

En la torre de Babel,

 

junto a Medina del Campo,

 

a una dama hermosa y rica

 

en el pozo Airón la echaron.

 

Nunca más salió a ver luz;

 

y lastimados del caso,

 
 (Mientras le afeita, le va metiendo la mano en la faldriquera.) 

 

pretendieron cierto día

 

sacarla cinco soldados.

 

 (Señala los dedos.) 

 

Entraron los dos por ella;

 

 (Señala los dos.) 

 

mas estaban tan abajo,

 

que alcanzarla no pudieron.

 

Pero los tres que quedaron...

 

(Siente el VEJETE que le andan en la faldriquera y mira hacia los calzones, y el SOLDADO toma un calzón con la mano.)

 

¡Qué bien hecho está el calzón!

 

A fe que era oficialazo

 

quien le hizo.

 

 

 

 

 

VEJETE

Es lindo sastre.

 

Vaya vuesasted contando,

 

que es gustoso el cuento.

 

 

 

 

 

SOLDADO

Digo

 

que los dos desesperados

 

metieron los tres de ayuda.

 

 

 

 

 

(Señala los cinco dedos y vuélvele a meter la mano; sácale la bolsa que la vean todos, y guárdala.

 

VEJETE

¿Sacáronla?

 

 

 

 

SOLDADO

La sacaron.

 

 

 

 

 

VEJETE

¡Vive Cristo, que me huelgo!

 

 

 

 

 

SOLDADO

Yo y todo, con ser un asno.

 

(Bébese todo el vino, pónese la bacía en la cabeza, levántase y fíngese borracho.

 

 

 

 

 

VEJETE

¿Qué hace?

 

 

 

 

SOLDADO

Bebo para el susto

 

desta dama que he sacado.

 

    -Mientes, que yo la saqué.

 

    -No, sino yo, y va dos cuartos.

 

    -Señores, con menos brega,

 

que parecemos borrachos.

 

    -Pues ¿para eso me rempujas,

 

hijo de un grande bellaco?

 

    -Si no viera que eras clérigo,

 

te diera treinta mil palos.

 

    -¡Voto a Cristo! Tente allá.

 

¡Jesús, qué calor me ha entrado!

 

Barbero, quita esas luces,

 

que nos estamos asando.

 

    -¿Dónde cruza tanta gente?

 

Y ¿qué procesión de gatos

 

es la que va por allí?

 

 (Cáese.) 

 

 

 

 

VEJETE

Muy bellaca cuenta ha dado

 

el señor don Terlimín

 

de la Casca, de sus cascos.

 

 

 

 

 

GALÁN

Nunca tal le ha sucedido.

 

 

 

 

 

SOLDADO

Dormirme quiero; ¿habren paso,

 

que soy ligero de sueño...

 

 

 

 

 

VEJETE

El cuero se ha derramado.

 

 

 

 

 

GALÁN

Váyame a buscar un hombre

 

que le lleve, que entretanto,

 

yo le daré a la señora

 

cien rëales.

 

 

 

 

 

VEJETE

Voy volando.

 
 (Vase.) 

 

 

 

 

 

SOLDADO

¿Fuese?

 

 

 

 

GALÁN

Ya se ha ido.

 

 

 

 

SOLDADO

Pues

 

nosotros también nos vamos.

 

 

 

 

 

GALÁN

¿Y la bolsa?

 

 

 

 

SOLDADO

Va en mi seno.

 

¿Y la dama?

 

 

 

 

 

GALÁN

Va a mi lado.

 

 

 

 

 

(Vanse, y dice el VEJETE dentro, y luego sale.)

 

VEJETE

¿No hay quien le quiera llevar?

 

¡Hola! ¿A quién digo? Esto es malo.

 

¡Inesilla! Inés voló.

 

Voy por mi broquel y casco;

 

que he de ser borrachicida,

 

si los siguiese hasta el Cairo.

 
 (Vase.)   

 

 

 

 

(Salen cuatro, de portugueses, cantando.)

 

CRIADA

¡Aprisa, señores míos,

 

que nos vienen alcanzando!

 

 

 

 

 

HIJA

Toca, portugués deitoso.

 

 

 

 

 

SOLDADO

Xa morreu lo castillao.

 

 

 

 

 

HIJA

Menina fermosa,

 

naori os posso ver

 

que ista naon es vida, ¡ay, ay, ay!

 

para seu sofrer.

 

 

 

 

 

SOLDADO

¡Ay Jesús!, que naon vejo a menina.

 

Chorai, mios ollos, de la naon ver.

 

 

 

 

 

(Sale el VEJETE con adarga, lanza y casco.)

 

VEJETE

Esperad, canalla vil;

 

¿qué digo? Gente de bien,

 

¿han pasado por aquí

 

dos hombres y una mujer?

 

 

 

 

 

HIJA

Los homes son istos,

 

e yo la muller.

 

 

 

 

 

SOLDADO

¡Ay; que me derritu!

 

 

 

 

 

HIJA

Si zumba voscé,

 

tocai folixemos,

 

que juicio naon tem.

 

 

 

 

 

SOLDADO

A moller dos Angos,

 

¡votu a Cristo!, es.

 

 

 

 

 

TODOS

Menina fermosa, etc.

 

 

 

 

 

(Repiten y vanse.)

 

VEJETE

Espérense un poco, amigos;

 

que dos de a ocho daré

 

porque a buscarlos me ayuden.

 

 (Echa mano a la faldriquera y no halla la bolsa.) 

 

¡Jesús! Aquí los eché.

 

Vaya con el diablo la hija,

 

mas la bolsa... ¡moriré!

 

Dentro tenía docientos.

 

¡Ladrones!, ¡tantos os den!

 

 

 

 

 

(Salen los cuatro de negros, tocando y bailando.)

 

HIJA

Chiribeque, me tira la perra;

 

que yo chiribeque tomá para ella.

 

 

 

 

 

SOLDADO

Cututú le cantamo ruminga,

 

que zuzú, cututú, curazone me plinga.

 

 

 

 

 

TODOS

U, u, u, pelitu pantú, pelitu pantú, etc.

 

 

 

 

 

(Pónese en medio el VEJETE con la lanza levantada, y todos alrededor dél, hincados de rodillas.)

 

VEJETE

¡Ah, ladrones!; ya os conozco.

 

Aquí moriréis.

 

 

 

 

 

TODOS

 (Cantando.) 

Perdón.

 

Don, don, don, camaleón.

 

Como lo bulle, lo bulle.

 

 

 

 

 

VEJETE

Lo bulle, lo bulle mi corazón.

 

 

 

 

 

TODOS

Mi corazón, perdón, perdón, etc.

 

 

 

 

 

VEJETE

Juro a Dios que lo merece

 

el sonecillo y la voz;

 

mas vuélvanme hija y bolsa.

 

 

 

 

 

HIJA

Ya soy casadita yo.

 

 

 

 

 

SOLDADO

Ya está algo gastadita.

 

 (Dale la bolsa.) 

 

 

 

 

 

VEJETE

No importa, que al pecador

 

como viniere.

 

 

 

 

 

SOLDADO

¡Ziolo!

 

Bailémosle.

 

 

 

 

 

VEJETE

Va de son,

 

y calentaréme al fuego

 

que mi codicia encendió.

 

 

 

 

 

TODOS

Chiribeque, etc.

 

 

 

 

 

(Repiten y éntranse.)

FIN

 

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Entremés de lo que pasa en una venta

PERSONAJES
   

MARINA.

 VENTERO.

1.

 2.

 TERESA.

 CATALINA.

 JUANA.

 TRISTRÁS.

  Canta dentro MARINA.

 

MARINA

Sonajita y pandero,

 

relincho y hembras

 

mátenme si no tienen

 

carros de Illescas

 

 

1

Canta

 

2

No cantes más

 

CATALINA

Cantad vosotros.

 

si sabéis en guitarras como en potros.

 

1

Mientes tú y quien te guarda.

 

 

CATALINA

No agravia quien camina sobre albarda.

 

(Dentro canta TERESA.)

 

En las ventas se hacen

 

lindos enjertos,

 

pues los árboles gatos

 

llevan conejos.

 

 

(Sale el VENTERO.)

 

VENTERO

Miente y tataramiente y choznomiente

 

el poeta insolente,

 

hembra mortal, que te hizo esa letrilla.

 

Sal aquí si eres hombre, mujercilla,

 

que yo te haré entender en campo abierto

 

que no lleva mi venta gato injerto.

 

 

1

  (Dentro.) 

Ventero, no te corras, hazte sordo.

 

 

2

 (Dentro.) 

¿Qué mucho que se corra, el que es tan gordo?

 

 

VENTERO

¿Cómo, apoditos? Saca todo el yerro,

 

Teresilla.

 

 

TERESA

Señor.

 

VENTERO

Suelta ese perro

 

 

TERESA

No es menester su defensa

 

y estése atadito el perro,

 

que donde vusted está

 

basta que ande el gato suelto.

 

Que ay, ay, ay, ay.

 

 

VENTERO

¿Pues a mí me la pega,

 

mocita de un ladrón?

 

 (Da tras ella.) 

 

 

TERESA

¿Quien se lo niega?

 

 

CATALINA

Arre, parda.

 

JUANA

Jo, rucia, para, tente.

 

 

VENTERO

Teresilla, a la venta llega gente,

 

¿está la cena hecha?

 

 

TERESA

No te aflija,

 

que ya está a punto toda sabandija;

 

porque tengo una olla tan potente

 

que puede blasonar a lo valiente

 

diciendo sin empacho

 

que, aunque parece hembra, toda es macho;

 

el pollinejo roto y malparado

 

de suerte le he adobado

 

que podrá cantar bien de aquí adelante

 

en las tripas del simple caminante.

 

  (Canta.) 

 

Aprended, asnos, de mí,

 

lo que va de ayer a hoy,

 

que ayer desechado fui

 

y hoy apetecido soy

 

Las aves en fiambre, que en la venta

 

se rebozan con capa de pimienta,

 

están para los mozos de caminos

 

presa en grajos y pinta en palominos,

 

y un menudo tan bello o tan bellido

 

que con todo su vello lo he cocido;

 

morcillón hay que creo

 

que a falta puede ser portamanteo,

 

aunque me ha dado pena,

 

que descubrir no puedo mi jaulilla,

 

y pienso que cayó en una morcilla

 

causándome tristeza,

 

más por mi falta que por la limpieza.

 

 

VENTERO

Calla, que quien la hallare en su tajada

 

yo haré que te la vuelva sahumada.

 

 

(Salen JUANA y CATALINA de camino.)

 

JUANA

Buenas noches, seo Ladrillo

 

de las salas del infierno.

 

 

CATALINA

Buenas noches, seo Garduño,

 

protogarra deste yermo.

 

 

VENTERO

Hablen mejor, jotidueñas.

 

 

JUANA

Si no lo cree el ventero,

 

callen barbas y hablen uñas.

 

 

VENTERO

Hoy en todos lo veremos.

 

 

(Canta.)

 

TERESA

Venterito galán y pulido,

 

bien puede hablar que ya le han conocido.

 

 

VENTERO

¡Vive Cristo que si os cojo!

 

 

(Baile.)

 

(Canta.)

 

TERESA

¡Socorro, socorro! Presto.

 

 (Va tras ella.) 

 

Téngale, que es un Nerón

 

y una neronada temo.

 

 (Baila.) 

 

 

(Sale TRISTRÁS con mascarilla, antojos, guardasol, fieltro, dos botas de beber colgando de las piernas, espuelas y guantes.)

 

TRISTRÁS

¡Válgate el diablo por venta

 

y qué lejos te pusieron!

 

En toda mi vida he visto

 

camino tan aguileño:

 

esperanzas son sus leguas,

 

que nunca surten efecto.

 

Por Dios, que partí en verano

 

y voy llegando en invierno.

 

 

VENTERO

No le dejará mentir

 

el guardasol y el fieltro.

 

 

CATALINA

Notable figura, amiga.

 

 

JUANA

¿Vesle?, pues hay muchos destos.

 

 

TRISTRÁS

Úsase tanto en el siglo

 

el ser mudables, que el tiempo

 

ha dado en esta flaqueza

 

y se ha salido con ello,

 

y ansí traigo defensivos

 

contra sus cuatro elementos

 

antojos para la tierra,

 

mascarilla para el viento,

 

para el fuego guardasol

 

y para el agua fieltro;

 

guantes para el mucho frío,

 

no se me tueste el pellejo;

 

botas de beber porque

 

de camino no las tengo;

 

espuelas para la mula,

 

aunque hay cinchas de mulero

 

más anchas que mi conciencia,

 

que cuando muy falso pienso

 

que la pico en la barriga

 

la baqueta la mosqueo.

 

Y con todos estos trastos

 

tan embarazado llego

 

que he menester cada vez

 

que camino un cirineo.

 

 

VENTERO

¿Ve vusted todas sus galas?,

 

pues a las botas me atengo

 

y pierdo doblado.

 

 

TRISTRÁS

Y yo,

 

porque son de tanto peso

 

que de su boca a la mía

 

les he dicho mil secretos;

 

pero, ¿tendrá que cenar?

 

 

VENTERO

¡Cuerpo de Cristo, sí tengo!

 

Eche vusted por la boca,

 

lo que pida el pensamiento,

 

que más tardará en decillo

 

que esta muchacha en traello.

 

 

TRISTRÁS

Pues a la mano de Dios,

 

huésped, tráiganme un conejo.

 

 

VENTERO

¿Conejo con alcaparras

 

a la portuguesa hecho,

 

rehogado con su cebolla

 

y su picante?

 

 

TRISTRÁS

Lo mesmo.

 

 

VENTERO

¿Y con su aceite y vinagre?

 

 

TRISTRAS

Sí señor.

 

VENTERO

Pues, no le tengo,

 

pero de conejo abajo

 

cuanto quisiere le ofrezco.

 

 

TRISTRAS

¿Pues para eso le guisaba

 

vusted con tanto aderezo,

 

haciéndomele comer

 

mil veces con el deseo?

 

Venga un cuarto de cabrito.

 

 

VENTERO

¿Tostadito y hecho cueros,

 

que es la gala del asado,

 

con su pebrecito hirviendo

 

en que le vaya mojando?

 

 

TRISTRÁS

Sí, huésped.

 

VENTERO

Pues, caballero,

 

no le hay.

 

 

TRISTRÁS

¡Pues vierta el pebre!

 

 

VENTERO

Cabrito no habrá remedio,

 

pero de cabrito abajo

 

pida.

 

 

TRISTRÁS

¿Ansí? ¿Mas que me acuesto

 

sin desayunarme? ¿Habrá

 

una pierna de carnero?

 

 

VENTERO

¿En jigote hecho a cuchillo

 

con su vino de Alaejos,

 

su pimienta y su limón,

 

y para que no esté seco,

 

con su poquito de caldo?

 

 

TRISTRÁS

Desa suerte estará bueno.

 

 

VENTERO

Pues no le tengo.

 

TRISTRÁS

Ni Dios

 

te dé gracia para ello.

 

 

VENTERO

Pero de carnero abajo

 

 

TRISTRÁS

De ventero abajo arredro,

 

pero de ventero arriba

 

¿cuánto va que si le pego

 

que antes de dos horas tiene

 

el buen ladrón compañeros?

 

 

(Canta TERESA.)

 

TERESA

Calle, que todo es burlando.

 

Aperciba ese dinero,

 

que yo le pondré en la mesa

 

cena que hable de misterio.

 

 

(Canta TRISTRÁS.)

 

TRISTRÁS

Con eso me resucitas,

 

porque no venía a pelo

 

para mi hambre mortal

 

tanto venial sustento.

 

 

TERESA

Despójese, vuesaested.

 

 

TRISTRÁS

Mocitos, tomad ejemplo

 

que me han dejado las hembras

 

sin un cañón en el cuerpo.

 

 

(Quítanle todo lo que trae puesto.)

 

TERESA

Esta es la mesa, sentarse.

 

  (Saca una mesilla con un plato de tocino.)  

 

 

JUANA

Y aun todos nos sentaremos,

 

que es muy llano este señor

 

y no mira en cumplimientos.

 

 (Siéntase.) 

 

 

TRISTRÁS

Vusted es quien no los mira,

 

pues tan halladas las veo

 

que parece que ha mil años

 

que los tres nos conocemos.

 

 

(Descubren el plato y come CATALINA y JUANA.)

 

CATALINA

Ea, coma vuesasted.

 

 

TRISTRÁS

Yo había de decir eso,

 

que roya no es menester.

 

 

JUANA

¿Por qué?

 

 

TRISTRÁS

Porque ya lo han hecho.

 

¿Qué es esto?

 

 

TERESA

Tocino y vino.

 

 

TRISTRÁS

Muy como a cristiano viejo

 

me tratan en esta venta,

 

pero ¿cómo pan no han puesto?

 

Traigan pan.

 

 

TERESA

No se usa ya.

 

 

TRISTRÁS

¿No se usa?

 

VENTERO

Ni por pienso.

 

 

TRISTRÁS

Yo no quiero andar al uso.

 

 

TERESA

Yo lo ando y no lo tengo.

 

 

TRISTRÁS

Tráiganlo de una despensa.

 

 

VENTERO

¿Despensa en medio de un yermo?

 

 

TRISTRÁS

¿No son ventas en poblado

 

las despensas, majadero?

 

Pues ¿qué mucho que las ventas

 

sean despensas en desierto?

 

Ahora bien, vaya sin pan,

 

que a tragos lo pasaremos.

 

 

(Toma en una mano la bota y en otra un poco de tocino. TERESA se lo quita, vuelve a miralla y entretanto le quita el VENTERO la bota y bebe.)

 

TERESA

Sóplole aqueste peón.

 

 

TRISTRÁS

Debe de estar muy ardiendo.

 

 

VENTERO

Yo le soplo aquesta dama.

 

 

TRISTRÁS

Entre tantos anda el fuego.

 

 

TERESA

Límpiese, vuesa merced.

 

 

(Límpiale con un paño, haciendo la reverencia, y entretanto JUANA le esconde el tocino, que le vea la gente.)

 

TRISTRÁS

Más limpio estoy que un colegio

 

con sus mantos y sus becas.

 

Y el tocino volaverunt,

 

tampoco debe de usarse,

 

pues por Dios que era muleto

 

en figura de tocino.

 

 

VENTERO

¿En qué lo vio?

 

TRISTRÁS

En el pellejo.

 

 

VENTERO

¿Y eso quién lo probará?

 

 

TRISTRÁS

Quien lo comiere, ventero,

 

que yo no podré proballo

 

pues aún no he podido vello.

 

 

(Átale TERESA una pierna a la mesa, que le vea la gente.)

 

JUANA

Ah, huésped, haga la cuenta.

 

 

TRISTRÁS

Sin la hornera será eso.

 

 

VENTERO

Once reales y cuartillo,

 

y hágale muy buen provecho.

 

 

TRISTRÁS

¿Querrá vusted que le pague?

 

 

VENTERO

Sí, mi amo.

 

TRISTRÁS

¿Y que el dinero

 

sea en plata?

 

 

VENTERO

Sí, mi amo.

 

 

TRISTRÁS

¿Y que se la dé sin premio?

 

 

VENTERO

Sí, mi amo.

 

TRISTRÁS

Pues, mi amigo,

 

lo que es dinero no tengo,

 

pero de dinero abajo

 

pida.

 

 

(Quítale las botas. Vase a levantar tras él, llévase arrastrando la mesa y cae.)

 

VENTERO

¿Bueno, recoveco?,

 

Pues calzareme las botas.

 

 

TRISTRÁS

No calzará, si yo puedo.

 

¡Jesús! ¿Quién tira de abajo?

 

que por Cristo que me han muerto.

 

 

VENTERO

Sean vustedes testigos

 

que sin pagar se va huyendo

 

y lleva hurtada la mesa.

 

 

TRISTRÁS

¿A mí atarme?, pues ¿soy perro?

 

¿Soy yo cuchillo de venta,

 

soy representante nuevo

 

que sale atado al tablado

 

o soy poeta moderno,

 

que está atado al consonante?

 

¿A mí atado cuando el pueblo

 

me llama por lo poltrón

 

morcilla sin atadero?

 

 (Canta.) 

 

Don Quijote de la Mancha,

 

yo te quiero desatar

 

con que ahorres de aventuras

 

pues dellas sales tan mal.

 

 (Desátale.) 

 

 

(Repiten este verso postrero los MÚSICOS.)

 

TRISTRÁS

Dulcinea del Toboso,

 

pues en el fuego me das

 

el partido, yo le tomo,

 

como dicen, sin mirar.

 

 

(Repiten como arriba.)

 

MÚSICOS

Mozas, huésped y ventero

 

han venido a estar en paz,

 

que por lo de cuadrilleros

 

todos son de la Hermandad.

 

Teresilla, que se precia

 

de devota de el cantar

 

es su gusto que acompañe

 

esta letra a las demás.

 

 

TERESA

Siempre soy en la venta

 

tordo y urraca,

 

que al entrar digo «güésped»

 

y al salir «paga».

 

 

2

Dios te dé buena venta,

 

mejor tercero,

 

y en mi casa y mi amo

 

todo lo tengo.

 

 

1

Miente quien dijere

 

que los venteros

 

se los llevan los diablos,

 

que se van ellos.

 

FIN

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El doctor Juan Rana

Entremés cantado

PERSONAJES
 

JUAN RANA.

SALVADOR.

JOSEFA ROMÁN.

JUAN VIVAS.

ÍÑIGO.

CATALINA DE LA ROSA.

DOÑA ANA.

MARÍA DE JESÚS.

MÚSICOS.

Sale JUAN RANA, de médico, cantando.

 

JUAN

Tan ligero soy de cholla,

 

señores, que me he pasado

 

desde el tribunal de alcalde

 

al de médico, de un salto.

 

Allí, por culpa del hombre,

 

le mataba sentenciando;

 

pero aquí, por culpa mía,

 

sin sentencialle le mato.

 

Allí, pidiéndome iglesia,

 

della algún malo he sacado,

 

y aquí, sin que me la pidan,

 

doy iglesia a muchos malos.

 

Allí pasaba mi vida,

 

y aquí las ajenas paso,

 

siendo como cazador,

 

que vivo de lo que mato.

 

Allí no alcanzaba un real,

 

porque no torcí mi brazo,

 

pero escarmentado aquí,

 

en torciéndole le alcanzo.

 

 

 

 

 

(Sale SALVADOR muy aprisa, y representa.)

 

SALVADOR

Señor mío de mi alma...

 

¿Dónde vive?...

 

 

 

 

 

JUAN

¿Viene malo?

 

 

 

 

 

SALVADOR

No señor.

 

 

 

 

JUAN

Sángrese luego.

 

 

 

 

 

SALVADOR

No es eso; que voy buscando...

 

 

 

 

 

JUAN

Pues démosle una purguita,

 

que hace buen tiempo.

 

 

 

 

 

SALVADOR

¿Hay tal caso?

 

 

 

 

 

JUAN

Y tome por las mañanas

 

una conserva de nabos;

 

que esto y un buen regimiento

 

vale doce mil ducados.

 

 

 

 

 

SALVADOR

Yo voy buscando un doctor.

 

 

 

 

 

 

JUAN

No informe: ya estoy al cabo,

 

y así están cuantos visito.

 

 

 

 

 

SALVADOR

Escuche por Dios, que ando

 

buscando al señor doctor

 

Juan Rana.

 

 

 

 

 

JUAN

Aquí está un pedazo.

 

 (Abrázale muy apretado.) 

 

 

 

 

 

SALVADOR

¿Vusted es! ¡Válgame Dios!

 

 

 

 

 

JUAN

Yo soy, ¡válgate mil diablos!

 

Pero presto no seré,

 

si abrazas tan apretado.

 

 

 

 

 

SALVADOR

Vuested venga, aprisa, aprisa,

 

que de comer un gazapo

 

entre seis, se están muriendo

 

todos.

 

 

 

 

 

JUAN

Eso estaba claro.

 

Pues ¿hay más mala comida?

 

 

 

 

 

SALVADOR

¿Por qué, señor?

 

 

 

 

JUAN

¿Por qué, hermano?

 

Porque un gazapo entre seis

 

no les cabría a bocado;

 

y cómo allí no murieron

 

de hambre, ha sido milagro;

 

mas para estas ocasiones

 

somos los estudiantazos.

 

Una gran cura he de hacerle.

 

 

 

 

 

SALVADOR

Por Dios, que venga volando.

 

 

 

 

 

JUAN

¿Es buena la paga?

 

 

 

 

SALVADOR

En plata.

 

 

 

 

 

JUAN

¿Es muy lejos de aquí?

 

 

 

 

SALVADOR

Un paso.

 

 

 

 

 

JUAN

¿Cuántos dice que son?

 

 

 

 

SALVADOR

Seis.

 

 

 

 

 

JUAN

¿Qué hora es?

 

 

 

 

SALVADOR

Las siete han dado.

 

 

 

 

 

 

JUAN

Pues vuelva vuested mañana,

 

que de noche no me amaño.

 

 

 

 

 

SALVADOR

¡Hay tal flema! ¡Vive Cristo

 

que le he de llevar en brazos!

 

 

 

 

 

 

 (Hace como que le va a tomar en brazos.) 

JUAN

Yo no lo dejo por más...

 

 

 

 

 

SALVADOR

¿Por qué lo deja? Hable claro.

 

 

 

 

 

JUAN

No más de porque no quiero,

 

que por otra cosa, vamos.

 

 

 

 

 

SALVADOR

Sin sentir llegado habemos.

 

 

 

 

 

JUAN

¡Oh!, pus si habemos llegado,

 

llamo. ¡Ah de casa!

 

 

 

 

 

 

 (Respóndenle cantando en tono lastimoso.) 

MÚSICOS

¿Quién es?

 

 

 

 

 

JUAN

Ya los están enterrando.

 

 

 

 

 

SALVADOR

¿Cómo?

 

 

 

 

JUAN

¿No oís el responso?

 

 

 

 

 

SALVADOR

Serán algunos criados.

 

 

 

 

 

JUAN

Sí, que por un luto cantan

 

el día que muere el amo.

 

 

 

 

 

(Recíbenle cantando y responde cantando.)

 

MÚSICOS

Entre a ver, señor doctor,

 

los enfermos del amor.

 

 

 

 

 

JUAN

Pues de lo que amor ha hecho,

 

¿qué culpa tiene el conejo?

 

 

 

 

 

(Descubren una silla donde está JOSEFA enferma.)

 

JOSEFA

Señor, yo estoy opilada.

 

 

 

 

 

JUAN

¿Come barro?

 

 

 

 

JOSEFA

Ni aun mentallo.

 

 

 

 

 

JUAN

Pues si la curo, yo haré

 

que coma bien presto barro.

 

 

 

 

 

JOSEFA

De comer vestidos justos

 

es la opilación que traigo.

 

 

 

 

 

JUAN

Compren luego un guarda-infante,

 

y úntenla con él el bazo,

 

y miren bien lo que compran,

 

que esta invención de los diablos

 

tal vez por esparto es hierro,

 

y tal vez por yerro es parto.

 

 

 

 

 

JOSEFA

Para el mal de una dama andante,

 

¿qué es el récipe?

 

 

 

 

 

JUAN

Guarda-infante.

 

 

 

 

 

SALVADOR

Llegue a ver estotra enferma.

 

 

 

 

 

(Pónese JOSEFA en una silla.)

 

JUAN

Ésta, ¿no es la que dejamos?

 

 

 

 

 

SALVADOR

¿No parece un diablo a otro?

 

 

 

 

 

JUAN

Sí, mas ésta es mucho diablo.

 

¿Qué sientes tú, buena y gorda?

 

 

 

 

 

JOSEFA

Tengo los ojos tan malos,

 

que no veo lo que quiero.

 

 

 

 

 

JUAN

¿Qué tienen estando claros?

 

 

 

 

 

JOSEFA

Una nube de una tía.

 

 

 

 

 

JUAN

Ten con polvos mejicanos

 

a tu tía preparada,

 

y se quitará el nublado.

 

 

 

 

 

JOSEFA

Para ver lo que ya veía,

 

¿a quién prepararé?

 

 

 

 

 

JUAN

A tu tía.

 

 

 

 

 

JUAN VIVAS

De una ocupación de celos

 

estoy, señor, reventando.

 

 

 

 

 

JUAN

Ese llaman morbus tontus.

 

No piense, y quedará sano.

 

 

 

 

 

JUAN VIVAS

Para ahíto de muchos celos,

 

¿qué remedio me da?

 

 

 

 

 

JUAN

Volvellos.

 

 

 

 

 

ÍÑIGO

Muy ahíto me siento de cierta hembra.

 

 

 

 

 

JUAN

Échese dos ayudas de bolsa pliega.

 

 

 

 

 

ÍÑIGO

Cada vez que compra,

 

me sangra un criado.

 

 

 

 

 

JUAN

Recupere la sangre

 

de su salario.

 

 

 

 

 

ROSA

Un gatazo me enferma

 

de carne y queso.

 

 

 

 

 

JUAN

Tome nuez de ballesta,

 

que es gran remedio.

 

 

 

 

 

ANA

Un doctor me visita lo más del año.

 

 

 

 

 

JUAN

Ese es mucho subsidio,

 

mas no excusado.

 

 

 

 

 

JOSEFA

La mujer, el criado,

 

el médico y el gato...

 

 

 

 

 

JUAN

Cuatro males son,

 

y todos necesarios.

 

 

 

 

 

ROSA

 (Canta.) 

La mujer...

 

 

 

 

JUAN

Dulce desvelo.

 

 

 

 

 

JUAN VIVAS

El criado...

 

 

 

 

JUAN

Mal de grandeza.

 

 

 

 

 

ÍÑIGO

El gato...

 

 

 

 

JUAN

Mal de limpieza.

 

 

 

 

 

MARÍA

El doctor...

 

 

 

 

JUAN

Mal de consuelo.

 

 

 

 

 

TODOS

Y todos juntos...

 

 

 

 

JUAN

¿Dirélo?

 

 

 

 

 

TODOS

Sí.

 

 

 

 

JUAN

Pues, señores, chitón;

 

con razón o sin razón,

 

que ya amigos, ya contrarios,

 

cuatro males son,

 

y todos necesarios.

 

 

 

 

 

TODOS

Hoy empieza Juan Rana a curar.

 

Dadle bien en qué pueda ganar.

 

 

 

 

 

JUAN

Doctor soy, favoreced

 

en la ocasión mi virtud;

 

pero no os dé Dios salud,

 

que yo sé que me haréis merced.

 

 

 

 

 

 (Repiten.)

FIN

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